Comer bien, disfrutar de esos momentos únicos que el plato es capaz de darnos es algo asíncrono, que nos evade de la dureza del mundo real en que nos vemos inmersos y por ende obligados a nadar en el. Les propongo la escafandra perfecta para, en momentos íntimos, inmiscuirnos y aislarnos, de donde emerja nuestro más auténtico amor, el amor del bueno comer.

José Aranda.